
Las lluvias intensas de este sábado dejaron un saldo de al menos 6 árboles caídos en la ciudad, lo que encendió las alertas sobre los riesgos que este tipo de incidentes representan durante la temporada de lluvias.
La caída de árboles durante tormentas, como las de este sábado, puede atribuirse a varios factores:
Suelo saturado por lluvias intensas: Las precipitaciones prolongadas debilitan el anclaje de las raíces al saturar el suelo, especialmente en suelos arcillosos o poco profundos.
Vientos fuertes: Rachas de 20-30 km por hora ejercen presión significativa sobre troncos y copas, especialmente en árboles altos o con follaje denso.
Raíces débiles o dañadas: Árboles con raíces superficiales, dañadas por construcciones, o afectados por plagas y enfermedades son más propensos a caer.
Edad o mal mantenimiento: Árboles maduros o con podas inadecuadas pierden estabilidad. En Puebla, se han reportado árboles de hasta 12 metros cayendo por falta de mantenimiento.
Factores climáticos extremos: El cambio climático intensifica tormentas, con vientos más fuertes y lluvias más copiosas. En Puebla, las temperaturas máximas han aumentado 2.2°C desde 1985, generando condiciones más extremas.
Ubicación urbana: Los árboles en entornos urbanos enfrentan estrés adicional por compactación del suelo, pavimentación y contaminación.
¿Cómo detectar árboles en riesgo de caída?
Identificar árboles en riesgo requiere observación cuidadosa y, en algunos casos, la evaluación de expertos. Por ejemplo, cuando un árbol se inclina más de 15 grados puede ser señal de tener raíces debilitadas o suelo inestable. O aquel árbol que tenga sus raíces expuestas o dañadas representan un gran peligro en esta época del año.
Asimismo, cuando se presentan grietas, cortes profundos, hongo en la base o corteza desprendida son señales de debilidad estructural, además las ramas rotas, podas excesivas en un lado o crecimiento asimétrico aumentan el riesgo ante vientos fuertes.
Cuando el suelo está agrietado o levantado cerca de la base, esto puede indicar que las raíces están cediendo, especialmente tras lluvias intensas; incluso, las hojas marchitas, amarillentas fuera de temporada o caída prematura pueden indicar estrés o enfermedad.
¿Qué recomendaciones se deben seguir durante y después de una tormenta?
Durante una tormenta, es primordial evitar refugiarse bajo árboles, los vientos arriba de 20 km por hora pueden derribar ramas o árboles enteros, por ello es mejor buscar refugio en estructuras sólidas.
En vialidades con presencia de árboles altos, hay que evitar estacionarse o caminar cerca de ejemplares grandes durante rachas de viento; asimismo, es importante reducir la velocidad y mantener las luces encendidas en avenidas propensas a inundaciones o caídas. En caso de que un árbol caiga cerca de líneas eléctricas, hay que alejarse y reportar al 911 inmediatamente.
Después de que haya pasado la tormenta se recomienda inspeccionar la propiedad, revisar árboles en el hogar o cercanías por ramas rotas, inclinación o grietas en el suelo.
Hay que evitar tocar escombros, porque algunas ramas o troncos caídos pueden estar enredados con cables eléctricos o ser inestables. Hay que dejar esa tarea a Protección Civil.
Retira hojas o escombros de coladeras para evitar inundaciones futuras, pero usa guantes y evita áreas con cables expuestos. Si un árbol en tu propiedad parece inestable, solicita una evaluación al ayuntamiento, pero para mejores resultados con un arborista para decidir si requiere poda o remoción.
Prevenir es la mejor estrategia para evitar accidentes relacionados con la caída de árboles, especialmente en una temporada de lluvias intensas como la que se presenta actualmente en la capital poblana.