Redes sociales, escaparate perfecto para el mercado negro de mercancía robada

Redes sociales, escaparate perfecto para el mercado negro de mercancía robada

Foto: Freepik

Las plataformas de compra-venta en redes sociales, diseñadas para conectar a usuarios y facilitar el comercio entre particulares, se han convertido en una "zona franca" que facilita no solo transacciones legítimas, sino también el mercado negro de artículos robados y bienes ilícitos. 

 

El anonimato relativo y la facilidad para publicar anuncios sin una verificación de identidad rigurosa hacen que sitios como Marketplace de Facebook sean atractivos para los delincuentes.

 

La dinámica es simple y veloz: un objeto robado puede ser ofrecido y vendido casi inmediatamente, encontrando un público amplio y accesible. Esto es especialmente notorio con artículos de alta demanda y valor, como teléfonos celulares y otros productos electrónicos. 

 

Aunque las plataformas implementan sistemas para eliminar contenido prohibido (a menudo utilizando palabras clave como "arma" o "droga"), los vendedores ilegales han aprendido a evadir estos filtros usando códigos y palabras clave falsas en sus descripciones.

 

Pero el principal peligro es para el consumidor, porque no es sólo comprar un bien que podría ser confiscado, sino también ser víctima de estafas o robos en el proceso de la transacción. 

 

Hay modalidades delictivas en las que los criminales se hacen pasar por compradores o vendedores para pactar encuentros y cometer el delito en persona, como ya se ha visto con el caso de los vehículos. Además, la compra de mercancía robada alimenta directamente la cadena delictiva.

 

Como consumidores, tenemos la responsabilidad de ser cautelosos y aplicar ciertas medidas de seguridad para evitar apoyar el mercado ilegal, que lo único que genera es un círculo vicioso de oferta y demanda, y protegerse de fraudes.

 

Una de las señales de alerta más claras es un precio significativamente por debajo del valor de mercado del producto. Si una oferta parece demasiado buena para ser verdad, es probable que no lo sea. Este es el indicador más directo de que el artículo podría ser robado o una falsificación.

Al comprar productos usados de valor (especialmente electrónicos como celulares, laptops o tabletas), siempre se debe exigir la factura o el comprobante de compra original. Esto ayuda a verificar la procedencia legal del artículo y demuestra que el vendedor es su propietario legítimo.

 

Evalúe el perfil del vendedor, revise la antigüedad de su cuenta, sus interacciones públicas y si tiene otras ventas. Un perfil recién creado o con información mínima debería generar sospecha.

 

Solicite información detallada, pregunte por el número de serie del producto (especialmente en equipos electrónicos). En algunos países, hay herramientas o bases de datos (gestionadas por autoridades o compañías de telecomunicaciones) donde se puede verificar si un equipo está reportado como robado, aunque su disponibilidad varía.

 

Pero sobre todo, procure que las transacciones sean seguras. Hay que evitar dar datos bancarios privados. Nunca revele información sensible como claves de token o CBU/CLABE, ya que los estafadores pueden solicitarlos bajo engaños.

 

Use plataformas con verificación de identidad y procesamiento de pagos. Los marketplaces que procesan la transacción y tienen mecanismos de revisión de identidad y protección al comprador, suelen ser más seguros que los que sólo actúan como tablón de anuncios (como es el caso de Marketplace de Meta).

 

Si encuentra una publicación sospechosa o es víctima de un intento de fraude, reporte el perfil a la plataforma y haga la denuncia formal a las autoridades policiales, ya sea por línea telefónica o presencialmente.

 

Si bien las plataformas digitales de compra-venta han revolucionado el comercio, es importante que los consumidores se involucren, informen y tomen precauciones para no convertirse en un eslabón más de la cadena de delitos.

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