Las lluvias no dan tregua. Mientras el huracán Priscilla azota las costas del Pacífico y una zona de baja presión amenaza con intensificarse en el Golfo de México, el Servicio Meteorológico Nacional pronostica lluvias puntuales torrenciales en varios estados, incluyendo Puebla, con acumulaciones que podrían superar los 150 milímetros en las próximas horas.
La temporada de lluvias, que típicamente se extiende hasta noviembre, podría prolongarse este año debido a la actividad ciclónica elevada, con un segundo pico de precipitaciones entre septiembre y octubre que ha superado las expectativas en muchas regiones.
Ante este panorama, donde el agua se acumula en calles y ríos, surge una pregunta inevitable: ¿y si en lugar de desperdiciarla, la aprovechamos? La captación de agua de lluvia en el hogar no es solo una solución ecológica, sino una estrategia práctica para ahorrar hasta 50 % en la factura del agua y reducir la dependencia de suministros, especialmente en zonas con escasez, incluso, algunas organizaciones como Rotoplas enfatizan que esta práctica, accesible y de bajo costo, puede suplir entre 15 % y 30 % del consumo doméstico no potable.
Recolectar agua de lluvia no solo alivia el bolsillo, sino que contribuye a un impacto ambiental positivo, reduce la sobrecarga en sistemas de alcantarillado, minimizando inundaciones urbanas y el desgaste de infraestructuras que, de otro modo, se saturan con escorrentías. Además, preserva acuíferos y embalses al disminuir la extracción de agua potable, y ahorra energía en el bombeo y tratamiento, cortando emisiones de carbono.
¿Cómo se puede captar y almacenar el agua de lluvia adecuadamente?
Instalar un sistema de captación de agua de lluvia (SCALL, por sus siglas) es más sencillo de lo que parece y no requiere grandes inversiones, un kit básico puede costar menos de 5,000 pesos. Estos son los pasos:
Superficie de captación: Usa el tejado, de preferencia lámina galvanizada, concreto o tejas y evitar materiales tóxicos como asbesto. Un techo de 100 metros cuadrados puede recolectar hasta 1,000 litros por cada 10 milímetros de lluvia.
Canalización: Instala canaletas de PVC o lámina galvanizada en los bordes del tejado, conectadas a tuberías de bajada. Usa una malla para filtrar hojas y un desviador de primera lluvia para descartar el agua inicial sucia.
Filtrado: Coloca un filtro de malla metálica y una trampa de sedimentos para eliminar impurezas antes del almacenamiento.
Almacenamiento: Usa tanques de plástico, fibra de vidrio o acero inoxidable, colócalos en una superficie nivelada, sombreada y elevada, con malla en la entrada para evitar mosquitos.
Mantenimiento: Limpia canaletas y filtros mensualmente; el agua almacenada es ideal para riego o limpieza; para consumo humano, requiere hervido o desinfección.
Captar agua de lluvia es más que una moda, es una necesidad; aprovechar el vital líquido que cae del cielo no solo alivia el bolsillo, sino que fortalece la resiliencia y cuida el planeta.
