Trump mete las narices en todos lados, ¿injerencia o diplomacia?

Trump mete las narices en todos lados, ¿injerencia o diplomacia?

Foto: Pixabay

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en su afán de ser el "dueño del mundo". anda metiendo las narices en todos lados, desde Rusia y Ucrania, pasando por Israel y el caos en Medio Oriente, hasta su supuesta "guerra" contra el narco en Venezuela, y ahora hasta con las elecciones en Honduras.

 

 

Ante esto, sobresale el cuestionamiento ¿hay alguna ley o norma internacional que aborde la injerencia de un país sobre otro?

 

Sí, existe un principio fundamental en el Derecho Internacional llamado principio de no intervención o no injerencia, que prohíbe a los Estados interferir en los asuntos internos de otros Estados de manera coercitiva. Este principio es parte del derecho consuetudinario internacional, es decir, una norma no escrita pero ampliamente aceptada y practicada por los Estados y está respaldado por tratados y resoluciones.

 

Una de ellas es la Carta de las Naciones Unidas que prohíbe en el artículo 2, párrafo 4, la amenaza o el uso de la fuerza contra la integridad territorial o la independencia política de cualquier Estado. No solo se refiere a intervenciones armadas, sino también a acciones que vulneren la soberanía.

 

En el mismo artículo, en el apartado 7, señala que la ONU, y por extensión, los Estados miembros, no pueden intervenir en asuntos internos de otros países, salvo en casos excepcionales autorizados bajo el Capítulo VII, como medidas para mantener la paz.

 

Asimismo, en 1986, la Corte Internacional de Justicia (CIJ), en el caso Nicaragua vs. Estados Unidos, definió la intervención prohibida como aquella que es “coercitiva” y priva a otro Estado del control sobre sus decisiones internas. La Corte también aclaró que no toda interferencia es ilegal, la ilegalidad aparece cuando la intervención es “forzosa o dictatorial”.

 

 

En ese mismo tenor, en 1970, la Resolución 2625 de la Asamblea General de la ONU, conocida como la Declaración sobre las Relaciones Amistosas, reafirmó que ningún Estado puede intervenir directa o indirectamente en los asuntos internos o externos de otro. La norma prohíbe la coerción política, económica o militar.

 

Además, organismos como la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Unión Africana incorporan también versiones reforzadas del principio de no intervención, adaptadas a sus contextos regionales.

 

¿Lo que hace Trump está permitido?

 

El derecho internacional no prohíbe toda influencia, como declaraciones públicas o diplomacia normal, pero sí la interferencia coercitiva.

 

La interferencia electoral extranjera viola el principio de no intervención si es coercitiva, ya que las elecciones son un asunto interno clave para la soberanía. Lanzar amenazas económicas para influir en resultados pueden considerarse coerción, ya que privan al Estado de autonomía.

 

Trump endosó públicamente al candidato hondureño Nasry "Tito" Asfura, acusó a rivales de "comunistas" y amenazó con cortar ayuda si no gana su preferido. Además, anunció el indulto a Juan Orlando Hernández, expresidente convicto por narcotráfico, visto como presión electoral.

 

 

Se trata de una posición bastante debatible, pero muchos analistas y líderes hondureños lo ven como injerencia imperialista que viola la soberanía.

 

La amenaza de cortar ayuda podría clasificarse como intervención coercitiva bajo el principio de no intervención, similar a casos históricos como Nicaragua.

 

Sin embargo, Estados Unidos argumenta que es diplomacia legítima y que la ayuda es condicional. No hay un fallo judicial específico sobre esto aún, pero genera preocupaciones de fraude y tensión, con observadores internacionales alertas.

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