La organización Educación con Rumbo alertó sobre el aumento del abandono escolar y la falta de políticas educativas de largo plazo en México, según información publicada por el diario local 'Milenio'.
La educación básica en México continúa enfrentando retrocesos estructurales derivados del abandono escolar, la precariedad docente y la falta de políticas educativas sostenidas, según dijo la organización civil Educación con Rumbo.
Según datos correspondientes al ciclo 2024-2025 citados por el medio, más de 23,3 millones de estudiantes asistieron a nivel básico; sin embargo, el abandono escolar sigue siendo un desafío crítico, con tasas de 2,8% en primaria y 7,5% en secundaria.
La organización señaló que, además del rezago en permanencia escolar, alrededor de 1,2 millones de docentes enfrentan condiciones laborales desfavorables. Entre los factores mencionados se encuentran la sobrecarga administrativa, capacitación insuficiente y escasos apoyos en el aula, elementos que afectan directamente el desempeño y la motivación del profesorado.
Educación con Rumbo vinculó estos problemas con la falta de continuidad en las políticas públicas. Recordó que desde 2019 el país ha implementado al menos dos reformas educativas sin concluir procesos formales de evaluación ni retroalimentación. Las innovaciones curriculares —señaló— fueron aplicadas de manera generalizada sin pilotos previos, generando incertidumbre entre comunidades escolares y prácticas pedagógicas inestables.
En contraste, la organización destacó que países como Finlandia, Estonia, Canadá y Corea del Sur han apostado por modelos de largo plazo, manteniendo estrategias educativas durante más de cuatro décadas. Esa continuidad, afirmó, se refleja en los resultados sobresalientes obtenidos por dichas naciones en las evaluaciones internacionales PISA 2022.
Otro punto crítico identificado es la debilitación de los mecanismos nacionales de evaluación. Desde la eliminación del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) en 2019, y la creación de un nuevo organismo, las políticas implementadas carecen de evaluaciones rigurosas y transparentes que permitan medir avances en aprendizaje, calidad educativa o permanencia escolar.
A ello se suma la baja inversión pública. De acuerdo con estándares internacionales de la UNESCO, los países deberían destinar entre 4% y 6% del producto interno bruto (PIB) a educación.
México, no obstante, se ha mantenido por debajo de ese rango y para 2025 se estima que solo invertirá alrededor del 3,2% del PIB, una cifra que, según la organización, compromete la calidad, cobertura y equidad del sistema educativo.
Educación con Rumbo urgió a establecer políticas educativas con visión de largo plazo, sostenidas más allá de los cambios sexenales. Señaló que México necesita invertir de forma progresiva en infraestructura digna, capacitación docente y sistemas de evaluación transparentes. También pidió que cada innovación curricular cuente con recursos y seguimiento adecuados, y que se adopten estrategias territoriales diferenciadas para atender desigualdades regionales.