Con la llegada de diciembre, las tradicionales posadas comienzan a sentirse cada vez más cerca y los mercados locales ya reflejan el ambiente festivo. Los pasillos se llenan de color, familias buscan adornos y no faltan las piñatas que marcan esta temporada; sin embargo, a diferencia de otros años, comerciantes afirman que la demanda es menor.
Artesanos y vendedoras dedicadas a la elaboración de piñatas explican que, aunque las fiestas ya están a la vuelta de la esquina, las ventas aún no repuntan como esperaban. Entre los factores que mencionan están el incremento en los costos de materiales, la competencia y los cambios en los hábitos de consumo de las nuevas generaciones.
En Imagen Poblana, conversamos con varias de estas comerciantes, quienes compartieron sus expectativas para la temporada, así como cómo han cambiado los gustos y tradiciones con el paso del tiempo. Coinciden en que, aunque la piñata sigue siendo un símbolo indispensable de las posadas, las preferencias del público han evolucionado: ahora predominan las figuras personalizadas, personajes infantiles y diseños más elaborados, frente a las clásicas de siete picos.
Una de las entrevistadas comenta que su principal expectativa para esta temporada es lograr vender toda la producción de piñatas que elaboraron durante las últimas semanas. Sin embargo, reconoce que la situación no es sencilla, pues cada vez menos compradores optan por las piñatas tradicionales, lo que dificulta la salida del producto clásico.
Otro factor que ha complicado las ventas es el incremento en el costo de los materiales, que durante este año volvió a subir. Esto obligó a los artesanos a ajustar sus precios, aumentando alrededor de 10 pesos por pieza, situación que algunos clientes han resentido.
Mientras tanto, otra de las vendedoras asegura que las ventas han disminuido considerablemente en comparación con años anteriores, principalmente por el aumento de la competencia. Actualmente, dice, muchas personas buscan alternativas para generar ingresos y, como resultado, “ya hay muchos piñateros”, lo que divide la demanda.
Explica que aunque los gustos del público han cambiado, todavía hay quienes prefieren adquirir la piñata clásica. No obstante, reconoce que ahora predomina el gusto por las figuras temáticas, como el Grinch, renos, muñecos de nieve, campanas y otros diseños alusivos a la temporada navideña.
Finalmente, otra vendedora de piñatas explica que, en comparación con el año pasado, el precio de sus productos ha incrementado hasta 20 pesos por pieza, debido al encarecimiento de los insumos, por lo que aunque la temporada comenzó desde la semana pasada, reconoce que las ventas no han sido las esperadas.
Comenta que actualmente sólo vende alrededor de 20 piñatas al día, cuando en años anteriores alcanzaba hasta 50. Atribuye esta caída a varios factores como el cambio en los gustos del público, la competencia de tiendas y nuevos fabricantes, así como la situación económica que limita el gasto de muchas familias.
Pero a pesar del panorama incierto, las vendedoras mantienen la esperanza de que las ventas aumenten conforme se acerquen las posadas y las celebraciones escolares, momentos clave que históricamente detonan la compra de estos productos.
Mientras tanto, continúan trabajando para preservar esa tradición emblemática de la posada y la Navidad mexicanas.