La epidemia silenciosa que se desató en el futbol después del COVID-19

La epidemia silenciosa que se desató en el futbol después del COVID-19

Foto: FreePik

La pandemia de COVID-19, que paralizó al mundo entero en 2020, no solo alteró la vida cotidiana, sino que dejó una marca profunda en el futbol mundial. Desde el regreso a la competencia después del confinamiento, una epidemia silenciosa se ha desatado en las canchas: las roturas de ligamentos.

 

Los números de un estudio hecho en Argentina son alarmantes: desde octubre de 2020, los equipos de la Primera División han sufrido un total de 130 lesiones de ligamentos, una cifra que sigue creciendo año tras año. Este aumento, que afecta tanto a jugadores jóvenes como veteranos, ha causado una crisis que amenaza con terminar con muchas carreras.

 

 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

 

El análisis de las causas detrás de esta epidemia fue llevado a cabo por Jorge Batista, reconocido cirujano ortopédico que ha operado a la mayoría de los futbolistas lesionados en las últimas dos décadas. Según Batista, el elevado número de lesiones es el resultado de una combinación de factores sistémicos que afectan al futbol argentino.

 

En primer lugar, el calendario apretado de competiciones no da margen para una recuperación adecuada entre partidos. Los futbolistas se ven obligados a jugar una gran cantidad de encuentros en un corto período, lo que aumenta el riesgo de lesiones por fatiga.

 

A esta presión física se suma el mal estado de muchos de los campos de juego, que en ocasiones no están aptos para el nivel de exigencia que requiere la competencia de Primera División. Además, el estrés psíquico al que están sometidos los jugadores, quienes sienten la necesidad de rendir a su máximo nivel en cada partido, agrava la situación.

 

Otro factor que ha sido señalado por Batista es el uso de tapones semicirculares en los zapatos de futbol, una innovación técnica que, según el especialista, podría estar contribuyendo a las lesiones de ligamentos. Los tapones redondos tradicionales, por su parte, brindan una mayor estabilidad al jugador.

 

Según los datos revelados, en 2020 se registraron 6 casos. En 2021, la cifra subió a 14, mientras que en 2022 fueron 20. En 2023, se repitió la cifra, y en 2024 se alcanzaron los 41 casos, un récord histórico. En 2025, ya se han sumado 30 nuevas roturas, demostrando que la situación sigue empeorando.

Notas Relacionadas